Tarde para llegar a tiempo

Seguramente lo encontraste,
por el camino viejo donde
muere en la utopía.

De seguro que lo hallaste
 entre el degradé de bocas
que cuelgan de los árboles.

Y ahora lo perdiste,
como todo en esta tierra,
donde
los gritos perdidos 
siempre tienen nuevos dueños.

Grita entonces hermano!
hasta que los sordos lloren
por la opresión del tiempo. 
 
El hijo del imposible,
se arrastra por los límites,
con los ojos llena los ríos
y más tarde llora en seco,
en algún rincón de su utopía sangrienta, 
cuando el sol lo traiciona
y lo apuñala el sueño.
Somos todos híbridos del coito violento entre la pasión y la mentira.
(...) Llegar así no más, con un aviso apresurado,
una llamada rota y un beso suicida.
Tomar las flores secas de tu boca y mojar los pétalos
por si aun pueden hablar.
Abrir los brazos y abrazar la soledad húmeda
del tiempo boca abajo, que ríe...que ríe./
Huelo incertidumbre,
ánimo ambiguo y
la risa mentirosa,
que me quema la boca.


Tú saltas las cabezas,
tal cual las lágrimas los ojos,
las mejillas,
y los espasmos.


Sal del tiempo.
Y la vida está soñando,
ríos de sangre,
mundos completos,
justicias
y almas de fuego,
si,
la vida está soñando!
Pero el cuerpo,
mi maldito cuerpo 
sigue durmiendo.