I

(...) Así, después de tantos días de filosofar basura, extractos según ellos interesantes y un sin fin de detalles forzados, pienso que, el verdadero circo comienza en el espejo que regala la muerte. Recuerdo las bocas, lentas y altaneras, llenas de humo y poesía vanguardista, todos tan pos modernos, depresivos, silenciosos, alternativos e incomprendidos. Los oídos por muy sordos que quieran hacerse, no pueden evitar escuchar...

Mirar a los pobres debería ser un martillazo en los dientes, un verdadero fuego bajo la lengua. No entiendo de donde sale tanto coraje colectivo. Todos pelean por la injusticia cuando tienen tiempo, como si el  pobre estuviera en condiciones de esperar a que terminen las clases, los trabajos y las fiestas. Malos chistes los que me han contado últimamente.


( seguimos...)
Desde las penumbras la vida se ríe y me pica los ojos con su lengua.

Allá va mi cuerpo, temblando y dando vueltas,
cae del viento un pedazo de tierra que me empapa los ojos,
y me hace perseguir el cuero que danza solo
en busca de quizás qué cosas... allá va la vida,
suelta como ella sola,
se sigue riendo del cuerpo...
y yo desde las penumbras,
me río de ella.
En la corriente otra vez

Se busca el silencio.

Para darle unos combos con el ruido,
la espina sale del piso y se clava en la boca,
somos hijos del silencio,
asesinos por mandato,
puros inconscientes.

Yo salí a cazar sospechas,
me arranqué la piel y la colgué al sol,

Ahora soy libre,
sangre caminante,
la mancha que se equivocó de sueño
y fue a mear en la realidad.

  



  
Ahí va, sucio y sonriente,
sin nada que le cubra los pies.
Con la lluvia siguen siendo confidentes.
Ellos dos, amantes insensatos, en la oscuridad del frío.
Todo se acerca lentamente a su nuevo comienzo, al torbellino donde la sangre vuelve a ser la nada.

Sigue yendo,
lento pero inseguro,
negando todo lo que venga a posarse en su nariz.
Ahí va el condenado, dando vueltas, boca abierta, cazando gotas.
Tartamudea un par de poemas, se aflige cuando sale el sol, ahí va caminando despacio, entre las espinas y las risotadas, fuerte es su pecho, fuerte es su metáfora, el paradójico, el incoherente, salud hermano espejismo.


Se miró las manos una noche, le hablaban, le cantaban. Ahí él, silencioso, casi mudo, como siempre, nada extraño, nada perverso. Se quitó toda la ropa, se paró en la ventana y saltó, el viento le cortaba la piel entera y se retorcía y se tapaba los besos para que no se le arrancaran antes de llegar. Y el tiempo se suspendió, las manos le gritaban empuñadas bajo su ombligo. 


Nació la vida en el salto que dio. Antes de mezclarse con el piso, abrió los brazos y sonrió. No voló, ni se salvó.

Cuando despertó, el techo no existía, los dibujos flotaban en la nada. Se miró las manos, les cantó, les gritó, les lloró. Frente al silencio, se paró frente a la venta, se quitó la ropa y comprendió.

 
A dónde vamos, si no es a la explosión?
Tengo la amargura pegada en la garganta.

Llega a casa el silencio,
se recuesta en el piso 
y comienza a moverse 
despacio, iracundo.

Despierta de un salto
el hombre que sueña,
y
llora un rato,
antes de volver a dormir.

Rompe el vidrio
con los dientes! 
y escupe la sangre 
sobre las demás bocas,
el canto se hace insoportable,
danzan las furias.

Despierta el hombre!
nuevamente abre los ojos,
empuña las manos 
y saca de su lengua
un ramo de flores.  

Y las flores
lanzan sus espinas,
rojas, negras y blancas,
dan vueltas en la cabeza del hombre,
que mira al mundo 
y lo dibuja en el techo.

  
 






 
Me molesta el ruido,
cuando finge que se calla
y me sigue gritando
y ni se da cuenta.

Me molesta que todo funcione
en tan ordenado des-orden,
me molesta que las palabras
fluyan por mandato.

Soy por esencia un maldito huraño,
creo en los monos
y las cenizas,
el silencio me ha coronado
emperador de los vacíos,
soy el asesino de los gritos,
dios de los incoherentes.
Han llegado con pan, circo y un par de comediantes...

Los discursos nos colman, los oídos, las lenguas, cada parte de lo que nos queda de cuerpo. Todo tan hermosamente arruinado. Tu y yo, él y los otros, tramando como hacer para no derramar las ganas en los baldes de inconsciencia. El silencio de la noche nos engaña, nos hace creer que somos todos distintos dentro de nuestra inmensa igualdad. A veces se caen las lágrimas y las confundimos con sonrisas. ¿A caso hay veces en que todo está al revés? debe ser que vivimos al revés, sin una línea que nos guíe a la eternidad que tantos añoran y que otros detestamos, por llevar la contra o por miedo. 

Sin nada bajo los dedos,
todo lo que moja
viene de nosotros mismos
aquí,
en esta tierra,
algunos milenios atrás,
con los mismos nombres 
y las mismas caras.

Cuánta realidad echada a perder,
cuánta tristeza convertida en risa,
los niños que ríen por reír,
las letras viejas y no leídas
que lloran aquí
y no sirven para la construcción.

Cabeza de cemento,
casco de carne,
arriba están los muertos,
tejiendo con nosotros
las utopías malditas,
malditas!

A veces los contrastes son la prueba viva de la inocencia, del sueño y de los días pasados, con palo y sin comida. Si la mano del hombre alimenta. Dios salve a los cretinos muertos por comer del piso.  
Se me quiebran los dientes,
con esta arritmia 
de gente,
con este desnivel 
que parece matanza.


Sobre los hombros
llevo un espectro,
un triste y silencioso
espectro,
me arranca del tiempo 
y me pica los ojos
con sus nervios.


Este es su llanto,
alimentado por los gritos,
por los ojos,
por las lenguas.


Las bandera está izada,
llena de sangre
flamea la muerte,
los himnos reptan
hacia ella y
las gargantas nuestras se descolocan
para 
hacer el amor con los insultos.



A estas horas y con el este frío,
solitario entre paredes y gritos,
errático y vagabundo,
odiándome por dejarte ahí
en el tren de los asesinos.

La noche es cuna nuestra, 
a la deriva de mi lengua
te invoco a la vida,
pero eres la muerte,
el único puñal que no quiere cortarme. 

De mi sangre sucia salen las quejas,
del poeta que olvida a su engendro
y lo llora con poesía,
como si eso fuera la cura a la muerte,
tu eres la muerte,
poema maldito,
devuélveme la sangre.



  


  
Toda esta inconsecuencia
tiene garras y mal aliento,
arriba del mar
los que lo necesitan,
aquí abajo,
la basura es el océano más decente,
seco y duro,
comida de vagabundos,
del que maneja mi boca.


Yo no necesito,
ni extraño nada,
el mar se debe reír de mi,
porque no lo conozco 
ni lo extraño,
porque el agua que observo 
sólo está en las lágrimas.


Si trunco mi calma,
los poderes
del caos
me toman y
me convierten en estas letras
pobres,
mugrientas
y tan mías. 


Tengo suerte,
me falta el éxito,
y el trasplante de carne,
me falta ser el barro,
me falta petrificarme,
para que me quiebren y me armen
cuando el agua y la tierra lo digan.


   

  
Me acuerdo(...)

Eres el mismo que fui yo, igualito! Mismo porte, misma cara, misma rabia, misma pena. De pronto deberías pensar en otras cosas, como en los gatos, son perfectos y no piden mucho. Además, duermen todo el día, igual que tu; igual que yo, cuando era como tu.
Ya hiciste todo lo que tenías ...?
Me gustaría reír, pero tu sabes, los años y las moscas le enseñan a uno a tragarse todo gesto que no sea el de no hacer gestos.
Qué haces con las preguntas? Ah si, estás aun en la mitad, no te voy a recomendar nada porque de seguro te queda poco para pasar al lado de acá y no sería bueno alterar el curso de las condenas. Después de todo, han pasado tantos por aquí, todos copias idénticas mías, el fracaso con patas. Los consejos podrían ser múltiples, pero a estas alturas nada vale, ni la pena, ni la risa.
Ahora que te miro, me pregunto, cuándo fue la última vez que disfruté tanto no poder disfrutarlo. Da igual, con el siguiente me desquito, sigue caminando que todavía te quedan cuarenta años y la muerte no es generosa.
Voy saliendo,
Ahí viene la justicia
Con botas, palos y máquinas,
Y los dispersan,
Serán criminales?

Escucho gritos justicieros,
Veo a los guerreros,
Y la justicia los dispersa,
A los que luchan por la justicia,
Quien es quien?

Camino,
Y veo a la justicia,
Tiene casco y se pinta de verde,
Los niños corren,
La mujeres se arrastran por el piso,
La justicia las lleva del pelo.

Corro y veo como la justicia
Baña con mierda a los guerreros,
Quien es mi justicia?

Grito por los otros,
Y la justicia
Me calla con luma y patada,

Embustera,
Hipócrita,
Violenta,
Tu! Que te haces llamar “justicia”
Justicia de mierda entonces!
Te viniste a meter donde queman los sueños,
No los vas a apagar.

Tarde para llegar a tiempo

Seguramente lo encontraste,
por el camino viejo donde
muere en la utopía.

De seguro que lo hallaste
 entre el degradé de bocas
que cuelgan de los árboles.

Y ahora lo perdiste,
como todo en esta tierra,
donde
los gritos perdidos 
siempre tienen nuevos dueños.

Grita entonces hermano!
hasta que los sordos lloren
por la opresión del tiempo. 
 
El hijo del imposible,
se arrastra por los límites,
con los ojos llena los ríos
y más tarde llora en seco,
en algún rincón de su utopía sangrienta, 
cuando el sol lo traiciona
y lo apuñala el sueño.
Somos todos híbridos del coito violento entre la pasión y la mentira.
(...) Llegar así no más, con un aviso apresurado,
una llamada rota y un beso suicida.
Tomar las flores secas de tu boca y mojar los pétalos
por si aun pueden hablar.
Abrir los brazos y abrazar la soledad húmeda
del tiempo boca abajo, que ríe...que ríe./
Huelo incertidumbre,
ánimo ambiguo y
la risa mentirosa,
que me quema la boca.


Tú saltas las cabezas,
tal cual las lágrimas los ojos,
las mejillas,
y los espasmos.


Sal del tiempo.
Y la vida está soñando,
ríos de sangre,
mundos completos,
justicias
y almas de fuego,
si,
la vida está soñando!
Pero el cuerpo,
mi maldito cuerpo 
sigue durmiendo.
Que resulta de todo este circo sangriento?


He divagado en las cumbres de la compañía estos últimos tiempos. He construido castillos con saliva fugitiva de besos tristes (...) que se escapan; se escapan con mi gente que llora por su tierra y por sus sueños.

Estamos aquí, escondidos como siempre, bailando unas cuecas con la soledad, tirando unas payas al destino, que en una de esas nos escucha y nos pesca un rato pa'  jugar al luche. 


No hay más que decir, las manos están listas, los hombros firmes, las lágrimas de fuego...
Yo te quiero
porque me ignoras,
porque me miras
y me hablas
con tus pestañeos,
yo te quiero
porque eres yo
mirándote mientras me duermo.
En el centro de todo este circo ambiguo,
estás tus ojos tristes,
dando vueltas,
desnudándome sin razón.


En el centro de esta piedra vieja,
justo aquí en esta vida!
tu y tus mil lenguas
transformando mi boca 
en el nuevo océano.
Caminas a la sangre bebé, 
como si alguien te dijera que allá en el fuego, 
hay dos amantes invocándote a la vida
Me cansé de girar
en esta jaula
que no es mía,
yo soy sangre libertina,
utopía con patas,
sueño iluso,
hijo del imposible.

Pd: pero silencioso.

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Regalo mis ojos,
pa' que me los llenen de realidad.
Pa' que no se me olvide,
que la carne muere
seca y hela' .


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Yo tengo nombre,
pa' que la vida me encuentre,
pa' que me lleven preso,
y
pa' que el amor me escriba cartas.
Introversión: El silencio duerme con mis gritos de guerra
No sangren por los títulos,
que no gocen de un pan!
no salvemos las guerras hermanos,
dediquémosle el silencio
y las manos sucias.

No hablemos por la paz,
dibujemos con lágrimas
la libertad
del que no pisa en calma
y del que llora con verdad.

Más allá de todos,
abajo nuestro
hay un niño que no conoce el mar,
rema entonces que
en mi bote caben mil,
rema conmigo hermano
por todo lo que imaginamos,
por la lujuria de este tiempo
que no se empeña por ser feliz.
Así trepé hasta que encontré la piedra, fría cómo me habían dicho.

Funciona así: usted puede tomar la piedra y partirla en mil, o en dos mil, cómo quiera ( en serio)
No le dirá nada, usted creerá que allí no hay vida y la tirará en algún barranco o la pateará hasta que se le pierda. Y la piedra entre la tierra cantará historias, a sangre viva dibujará al mundo desde abajo.

" Puedo mirarte desde aquí,
puedo pasar mis dedos por tus cejas
y cuando me preguntes,
empezaremos de nuevo,
tal cual la luna llora estrellas,
yo te voy a llorar los besos,
los sueños,
los gritos,
las risas,
y cuando suspires,
voy a sacar mi bolsita,
para llevarme un pedacito
de tus sueños a mi cama"
No lo dejemos así...

Los puños se juntan cuando hay motivos,
y cuando el sueño llega
las pestañas se besan,
el aire entra de a poquito,
y los dedos tiemblan,
cómo si el tiempo fuera víctima nuestra.

¿Es cierto que las mariposas antes de orugas son penas?
Irremediable esta capa fría que nos cubre hermanos, a cortar el fuego! a tirar el coraje sobre las cabezas...

Y me dije hace algunos segundos: cierra la boca y alza la vista.

"Tú allá en tu cama,
niña bonita,
corazón fuerte,
en mí tus besos,
quemando mi boca silenciosa"

No es que me quede cada noche aquí sentado, esperando y haciendo que me esperen.
Es sólo que, a pesar del tiempo y las lluvias, sigo tejiendo con el barro y con las puras ganas.
Esta lana invisible parece abrazarme y taparme hasta el cuello.
Estas sombras me toman los ojos y me hacen bailar con la melancolía...
Aforismos y Preguntas

  • ¿Por qué la paz se suicida cuando (yo) le gano a la muerte?
  • ¿De qué te sirven los sueños poeta, si no sabes despertar?
  • No huyas de mi, inocencia, que el odio me persigue con espada en mano
  • ¿Por qué se empañan los vidrios, si mi Chile a penas respira?
  • Y si rezamos cuecas y que la bandera sea la sangre protectora?
  • ¿Por qué no guardas las espinas amor, y me besas el cuello con tus pétalos?
  • El mar ruge porque llama a sus guerreros...
    Y nosotros besando la ciencia
    Si el mar canta
    Si el mar es mudo
    Bendito el guerrero que nada en él.
Duro es cuando la injusticia te toma de los pies.

Fácil, bonito, formal, las grandes reglas perfectas,
uno con la cabeza destruida
construyendo con el sueño asesinado,
ellos que son autoridades
destrozando el ánimo
de los de aquí abajo.

La caridad se paga con avaricia?
La buena voluntad nace del castigo.
Allá ellos, los jueces.
Yo le corono los hijos de puta.
"Beso mío en el manantial que dejan tu labios a punto de cerrar/ Beso tuyo en mi frente cansada/ Oh amor! deja tus manos sobre mi pecho esta noche que quiero pintarte el corazón en las palmas"
Noches cómo esta son las que marcan el tiempo...

A veces pienso que venimos de hace siglos tomados de la mano, cuando veo tu mirada pasar tan tierna frente a mí, cuando pasas tu mano suavemente bajo mis sueños, sobre mis ganas. Hay muchas cosas que tú no sabes, y no es que te las ocultes, es que nacen junto a tus besos y no alcanzo a contártelas porque en cuanto recupero el aliento me atacas con otro beso y es como si de pronto olvidara como hablar. Por eso construyo estos mundos, estos mares de letras que lees a diario, por eso te canto, por eso te miro silencioso y espero que me decifres tan perfectamente como sueles hacerlo.

Noches cómo esta son las que marcan el tiempo, porque cuando sales por esa puerta y dejas una rosa en mi boca, se que el amor madura y que mis ojos ya no son los mismos; se que eres más aun que el amor mismo, se que haces de la poesía cuerpo y alma, se que de tu lengua nacen los misterios que persigo.

Te ves tan hermosa en mis recuerdos, en las fotos que guardo tras mis párpados. Se que andas por ahí en alguna laguna nadando tras un pez sin rumbo. Y yo que te miro desde la orilla, con los pies enterrados en la arena, yo que te miro, que te miro y que no se hacer más que mirarte...

Quisiera coronarte con la noche, quisiera susurrarte al oído las historia que me haces imaginar, quisiera morir en la punta de tus labios justo en el momento en que te vence el sueño...

Voy a colgarme de una estrella a ver si te encuentro pintando la luna esta noche.
Yo sabía que se venía así, pero como lo he hecho estos últimos días de viaje, decidí olvidarlo hasta que se me olvidó de verdad.

El paseo por la tierra se hace pesado llevando la mochila tan vacía, te lo dije tantas veces y tu con la risita burlesca y la cara del cuerdo más grande del mundo escuchando a un demente. Ironía. Claro, no era para menos pensarlo, hasta absurdo te debía sonar, pero te reías demasiado, jamás lo entendiste, era real. Ahora no debe sonarte demasiado extraño, hace tiempo ya que recibo esas cartas tuyas que me cuentan como te sangran los ojos cada vez que te miras al espejo(...) Pienso, siempre antes de quemarlas: cómo duele no?. Y tu que te reías cuando yo llegaba derrotado, con la botella en la mano y un par de sueños atravesados en el pecho. - De nuevo con la misma historia hombre ( decías, mientras me quitabas la botella y te reías como si madurez fuera tu nombre y apellido).

Aquí tengo tus letras: que llegas mañana al cementerio, que aun te tienen en la capilla, que no soportas el olor a claveles, que el cajón no es del color que querías, que las viejas no te han llorado tanto, que no alcanzaste a hacer todo lo que querías, blah blah. Ironía. Amigo mío, te digo... soñar es gratis, pero es de valientes en un mundo cómo este. Bienvenido al rincón de los caídos.
Haciendo las maletas, vamos de vuelta, yo y la tripulación de fantasmas. A los tiempos de sueños, de la niñez y de la luna. Ahí vamos, contra corriente, con nuevas noticias, espérenme.
Aparte de ti,
aparte de mí,
esta tierra es extranjera,
en nuestros corazones,
los puñales caen violentos
y acarician nuestros pechos,
se entierran en nuestras manos,
en nuestras lenguas.

Nos encasillan
en utopías por mandato,
nos lanzan directo a las espinas,
al fuego,
NO!
Alma mía,
de ti sale la sangre que me baña la boca,
de ti y de mí salen los gritos.
de libertad.

Eres bella
cuando la furia asecha,

eres luna,
cuando el sol maldito nos quema.
Fuera de esta cueva,
está la noche,
con su jugo de vida,
con su carne eléctrica
viva!
tejiendo las pieles
de los que salen a cazar sueños.

Aquí adentro,
todo se confunde,
con tanta luz!
con tantas sombras!
todo tan claro,
tan hermosamente definido
que en cuanto a lo que
danza en el pecho
ni idea tenemos
si es sangre o tango.

Salgamos entonces!
quitémonos esta piel vieja,
y desnudos frente a la noche,
hagámosle el amor a la luna,
sin conceptos,
sin ataduras,
que nazca el sol de esta cópula,
en este paraíso bohemio,
en esta nada infinita.
Ella me eligió,
sin preguntar
metió la sangre en mi boca,
y me dejó aquí:
Estómago lleno-pecho vacío,
alma en pena, ojos secos!
Y mi boca sangrienta,
repartiendo besos,
besos que no llegan,
besos perdidos.

Ella me eligió, sin angustias,
y me dibujó con su pulso maldito,
y de la tierra,
nací en flor:
Flor con espina-flor que duerme,
flor muda-flor cortada(...)
por tus manos, por las mías.

Vida! ya que me elegiste
y ni preguntaste,
rocía en mí tus dudas,
y hazme entender,
que con razón,
clavas tu estaca,
en el corazón de esta tierra.
Sucede que dentro de todo esto que algunos llaman mundo y otros vida, existen tantas posibilidades de ser: frente al que mira, frente al que ignora. Y claro, en cuanto la posición personal cambia, entonces cada forma de mover: la boca, el cuello, los ojos, las manos, los pies ,cambia ( y siempre cambia). Curioso, porque nadie espera mirar cosas que no puede ver.

Hace un par de noches, caminando por esos lugares cerca de casa y lejos del hogar, me encontré con alguien, que sin edad, género ni nombre me dijo: Allá tú, pero no vengas después con los ojos llorosos a preguntarme el porqué, así es la cosa no más, la vives o te vives tú.

Y ahí va la solución a todo este problema de identidades que se ve tan seguido por estos lados: que ESE era uno,antes, cuando no nos conocía y que ahora es un personaje que salió de alguna noche bohemia con miedo a no ser aceptado; que ESE otro antes era un genio y que ahora es un pedazo de hombre con la boca muda y la lengua tímida.

Sucede que dentro de todo esto, a lo que yo no llamo ni mundo ni vida, estamos todos, juntos a veces, solos la mayoría del tiempo, con los ojos abiertos o cerrados, da igual. El mundo y la vida me han llamado: hombre(...) Y yo a veces no se quién soy.
-Éntrate Manuel que hace frío, ya sabes...-

Manuel miraba caer las hojas del manzano que está en el patio trasero de su casa, eran las 8 de la noche, el frío era cosa de ponerse un abrigo y nada más, pero en el caso de Manuel significaba un claustro mayor, una ida y vuelta del médico, un ir y venir de retos y castigos, por mera mala salud.

Creció así 9 años, entre frazadas, inyecciones y jarabes amargos; hasta que tomó la gran decisión: revolución. Corría mediados de Agosto, Santiago era un verdadero congelador, la lluvia caía furiosa, Manuel se desnudó, corrió por el pasillo de su casa hasta llegar a la puerta que daba a la calle, sacó el pestillo y siguió corriendo, bajo la lluvia, cubierto de barro, años pasan, la infancia de cualquiera(como lo era él: cualquiera) en un pestañeo, corría Manuel por el barro, y la felicidad de mirar el cielo de su país de luto por la muerte de sus nubes, corría Manuel, más alto, más fuerte, la barba le había crecido, veinte años tenía, lágrimas de sangre, la felicidad del niño en su nicho, la guerra es cruda, parece ser algo que no es, se ve, mas no se siente.

Manuel yace en una calle del centro de Santiago, la voz del general en los oídos de todos, buenas tardes Chile, hasta el renacer.
Detente un segundo, no me tardo.

Me voy a quedar aquí un par de minutos más, hasta que te convenzas de que esta historia es un sin fin de recuerdos que no tienen pasado; recuerdos que nacen de algún lugar que no es nuestro. A demás, tienes que esperar a que hierva el agua, las noches de lluvia sin café no son noches de lluvia y claro, las conversaciones sin la lengua en llamas, tampoco son conversaciones.

Me recuerdan a tu gato esos ojos que tienes, tan serenos, a veces fríos, tan llenos de misterio; si, tantos misterios. Te haces el desentendido, como si en realidad yo estuviera haciendo el loco hablándote de todas estas cosas, como si el manojo de minutos que llevas ahí sentado solo haya servido para que el cigarro se consuma vagabundo entre tus dedos.

¿Te acuerdas cuando vivíamos todos aquí? ¿te acuerdas de los juegos de esos tiempos? Eran tan llenos de sentido que no sabíamos de que se trataban, solo jugábamos y esperábamos a que la noche cayera sobre nuestros cuerpos y de ahí a esperar; esperar que?... aun no lo se.

¿ Que dices? ... Esa manía tuya de hablar incoherencias de la nada. Alguna vez podrías traer algo más que lágrimas, siempre con tus dilemas mudos.

Me voy a quedar un par de minutos más, se que quieres seguir ahí sentado sin hacer nada, pero yo no puedo pasarme esta noche hablándote del paso del tiempo. Quisiera hacerlo, pero tu sabes, el trabajo, mi esposa, la casa(...) todas esas utopías me quitan demasiados pensamientos; además son las 8, llegará don Tobarno, y yo aun no he limpiado los baños.

Si te quedas no te vayas muy tarde, mira que dicen que los demás salen pasadito las 10 y a mi no me gusta nada andar espantando a los que dan frío. Ya hombre sécate esas lágrimas, toma tus cosas y camina a tu casa.

Cómo dices? ...si, se que extrañas tu casa y que me extrañas, pero tienes que acostumbrarte hermanito, vienes a verme todas las semanas, pa' más remate andas llorando mudo siempre, como si alguien muriera cada vez que me vienes a ver.

Voy a limpiar los baños.
Estoy escalando una vez más, con las manos llenas de sangre, con la gota asesina corriendo por la frente, con las lágrimas congeledas dentro de los ojos.
Aquí estoy amor,
por ti,
por eso soy,
por eso sigo.


Alcánzame tus manos, para dejar ahí las estrellas que he robado, y abre la boca a ver si me puedo dormir allí un ratito sin que el cielo me vea y me lleve con él.
He estado volando entre esas cabezas, tratando de encontrarle sentido a mi carácter, pero como siempre llego a casa sin nada de eso en las manos.

Aquí estoy, sangrando una vez más, tan triste y tan feliz a la vez, imitando al fuego en su infinita danza asesina, contigo siempre nadando en mi mente.
Tú: Haciendo tiernas olas que me recuerdan cuanto vale esta lucha, diciéndome a cada minuto que cuando el sol cae eres tú la que se asoma tras la montaña.


No importa como esté, no importa esta sangre que me baña entero, todo es vida cuando estás tú por ahí; todo es un perfecto manantial sin penas, todo es y nunca acaba cuando tú estás.

Estoy aquí vida traicionera, con el puñal en una mano y la pluma en la otra, con los sueños tatuados en la sangre, con el manantial escarlata cubriéndome entero, como vez, mis sueños: mi sangre. Voy volando hacia ella, contigo de aliada! vida que duermes sin saber que me habías traicionado, ven que ahora soy en ti.
Ella nos espera,
duerme en la luna
sin saber que ella es la luna.


Aquí estoy amor mío, sangrando tus sueños y los míos, con la vida amarrada al cuello, contigo(siempre) en mi mente. Te miro:

"Hermosa dama,

haces malabares con las flores,
me miras inocente y sonríes
y yo no puedo no amarte,
no puedo hacer más
que correr a tus brazos
y apretar mi cara en tu pecho,
soltar el puñal y la pluma,

y ser una flor,
la flor que tú quieras,

Amor mío,
seas tú el mar eterno,
seas tú la brisa fina,
seas tú la tierra ilusa,
seas tú el fuego o el vino,
cierra los ojos que por hoy
no hay más circo,
he llegado a salvarte
de este mundo asesino"

Si, yo los vi brillar. Hace un par de días sucedió todo, y me costó creerlo. Así fue, y nada más.

Después de un par de horas, dejé caer la cabeza sobre un par de sueños y ahí empezó todo, engañe a mis ojos-curiosamente tienen oídos-, dejaron de ver, solo escucharon los mensajes y se lanzaron.

Ella estaba allí, en algún sitio de ese lugar. Yo también estaba ahí, sin saber donde, solo estaba, estuve y a veces sigo estando.- Curioso, si. - Busqué durante algunos minutos, como si se tratara de un viaje al centro de la nada; las vueltas que me di fueron indescifrables, incoherentes, mágicas de alguna manera(...) Ah si, fascinantes, te buscaba a ti, entre ese tumulto de vacíos codiciosos.

No apareciste de inmediato, y no esperé en ningún momento que lo hicieras. Se quién eres y como eres, no aparecerías allí sin misterio alguno. Estabas en otra dimensión, como siempre, pero esta vez un poco más allá-o tal vez, yo estaba más acá-, como si tu universo estuviera escapando de alguien, de algo, de todos.

" Pero de mi no te vas,
no te ocultas luna errante,
a pesar de tus infinitos escondites,
ahí en tu profunda oscuridad,
de mi no te vas.

No me regales nada,
déjalo ahí,
en el viento,
tuyo,
mío,
nuestro.

Hermosa luna errante,
duerme en mi cielo,
pero no me dejes verte-aun-
déjalo todo ahí,
volátil como eres,
incéndiame la lengua
y bésame a penas me duerma"
Hacia dónde vamos ahora?

Déjame empezar como lo haría cualquiera de estos días en que no me sobre ni la palabra ni el mal humor.
Todo estático como siempre(como suele mirarse), pareciera que las horas se cansaron de morir hace mucho tiempo, pareciera que hace mucho tiempo que no me voy con ellas. Afuera todo en su ruidosos silencio tan característico.

Sucede que entre tantos respiros, hoy me cansé. Me arrastré por todos lados en un par de minutos y para los que estaban del otro lado, fue una especie de trance( tragi-cómico), un sueño con los ojos abiertos decían por ahí. -Ternura.

Entonces abrimos el libro?
No sería mala idea, ya es tarde y el frió empieza a entrar por la ventana. Ábralo entonces, cerremos las ventanas y a ver que nos dice.

Todo sigue estático, a lo lejos estás tu, ellos no te ven, y yo tengo tus labios pegados en los míos.

A todo esto, que fue del día de hoy? Dónde está, que no lo encuentro?
Debe haber corrido y saltado entre las cabezas, y de seguro que encontró la palabra que nos borra la memoria. Si! de seguro que la encontró flotando por ahí, la pronunció, dijo " tiempo" y se nos olvidó vivirlo.
Y tirarse al vacío con las garras afuera y destrozar las máscaras, fundir la realidad con el temor,
y que el miedo se levante y dance como boa maldita, como dulce muerte y que nos encierre en su templo y que nos queme la lengua, que use espejos y nos confunda, que nos seduzca y nos arañe la cara con nuestras propias manos.

Sal de ahí,
lágrima amarga,
salta al vacío
y quémame la lengua,
para que no me escuches,
para que no te engañes,
para que me mires
y no tengas que morir,
para que sangres por el mundo
y te seques en mí,
para que sangres conmigo,
para que me concedas el placer
de morir en ti.
Hoy me desnudo
sin querer,
estoy sin armadura alguna,
plasmado frente a ustedes,
como después de una batalla,
lleno de llagas,
sin(para mí)
sin ella(para ustedes)

Y me hago el desentendido,
quemo mis ojos,
para tan solo oírlos,
y de ahí
lanzarme a sus bocas,
y reír con ustedes,
sátiros del mundo,
hermanos míos,
sin remedio a la demencia,
asesinos todos nosotros,
sicarios de este mundo.
Y tengo un universo en mi cabeza,
pero solo por las noches se escurre por mi boca,
ni me avisa,
ni le puedo avisar que duerma conmigo,
y que me despierte al otro día,
para poder acomodarlo en el papel.

Entre las sábanas,
y las estrellas,
ahí duerme mi mente,
sin siquiera el respaldo de la tinta,
ni mucho menos un papel que la arrope,
ni un lector que cumpla sus sueños.

Antes que la musa blanca,
asome su nariz,
ahogo mis venas y trato de morir en un sueño múltiple,
un sueño lleno de caminos,
para perderme,
y no sentir al otro día,
que asesiné al poeta que grita en mis entrañas.

Pero nada de eso es posible,
los intentos son flechas con puntas de amor,
el daño que hacen,
es daño porque me rompe el sueño,
y nada más.

Soy yo el asesino entonces,
yo y mi miedo a los que aparecen de noche,
esos que se roban los pedazos de insomnio que me quedan,
y tejen sustos con ellos.

Así muere el poeta,
queda en el olvido,
en los sueños sin recuerdos por la mañana,
Olvidado,
Quemado,
Sucio,
Triste,
Olvidado.

Sangre mía,
Tu que no eres de otro,
porque otro te hubiera derramado,
antes que yo,
sangre mía!
tu que me traicionas cuando menos debes,
quédate esta noche,
y bebe de mi copa,
háblame de tus miedos,
flagélate al amanecer,
no hay otra luna que la mía,
porque dejó de ser tuya,
el día que me dejaste dormir en paz.

…Así viven en estos lados, pareciera que sin temor a nada; sin remordimientos demasiado profundos; sin algún tipo de histeria, sin nada de esas cosas oscuras que vienen de otros lados en donde abunda el cemento, el humo ahoga el cielo y la corrupción es la religión.

Alza tus manos,

Herrero del infierno,
deja tu hoz,
enterrada en la carne,
y ven a la tierra,
a beber del pasto.

Pareciera como si estuviéramos pisando otra tierra, un verdadero paraíso, sin más límites que los antepuestos por la misma naturaleza. El cielo aquí se viste como quiere cada día, y lucha a sangre fría con un sol, que a diferencia de la ciudad, es ciervo sereno, sumido a los pies de su amo y señor, el cielo.

Ven aquí,

Vida mía,
entierra aquí tu finos dedos,
déjate caer en esta tierra,
mi rostro,
mis manos,
mi pecho,
todo es parte de las flores.

Espero sereno,

Que apoyes tu cuerpo,

en esta tierra,
que me ha robado el corazón,
espero sereno,
que te dejes caer en este paraíso,
que por mera astucia,

he conquistado,
no por ambicioso,
sin ganas de ser rey,
he robado los cielos de esta tierra,
para que cuando vengas,
seas parte de las flores,
seas el viento frío que hace nacer romances;

Seas la reina,

solo tú,

la reina,

solo tú.

Maletas listas...

Ahí viene el barco,
con el cielo por debajo,
son el timón ensangrentado,
con las lágrimas del capitán.

El equipaje está listo,
par de maletas mal gastadas,
con el aroma del tiempo,
solas en su desdichado mundo,
transportadoras de la vida mía,
de mi vida oculta,
en papeles amarillos,
manchados con café,
y lágrimas.

Sombrero listo,
la pluma apuñalada en el pecho,
los sueños bien puestos,
ahí voy,
me voy,
otra vez.

Se me secan los párpados,
si leo siempre los mismo cuentos,
los amo,
si,
pero de ustedes es la musa de la rutina,
a mi me velan con tinta,
y me queman en poesía sin sentido,
de ahí nací,
con mi propia laguna,
así,
como me ven,
así soy,
pero allá,
bien lejos,
donde el ojo se agita,
ahí me oculto,
jamás miento,
solo me oculto,
pero eso mi primer amor,
fue el silencio.

Me voy entonces,
conmigo venga el que sepa navegar,
me llevo las caricias,
por si me da por llorar,
también las sonrisas,
si es que me puedo engañar,
me voy solo entonces?,
a convertirme en albañil,
a dibujar en el cielo,
y esperar el amanecer.

Y tu estarás ahí conmigo,
porque en ti nace el amanecer,
atravesaré el mar en un beso,
y de ahí en adelante seré tu piel,
si tu quieres adelantar camino,
entonces vive el ayer,
recuéstate en mi carne,
y has que el día comience otra vez,
así iremos juntos,
así navegaremos por la eternidad,
quieras o no quieras,
vienes conmigo,
porque desde que te amo,
que eres mis ojos.

El barco necesita una musa,
y necesita un capitán también,
tengo el sombrero puesto,
y a mi sirena cantando en alta mar.
>

Visualizo mi noche,
melancólica,
feliz,
dónde la poesía flote en el cielo,
por ella misma,
por ti.

Aterrizo en tu laguna,
y me ahogo allí,
y tu me haces a un lado,
y me muestras el mundo,
desnuda,
hermosa,
tu.

Vive mi noche.

Bailan tus manos,
en mi pecho solitario,
aislado del mundo,
menos de ti,
porque tu eres el mundo,
desnuda,
hermosa,
tu,
y sonrío en tus ojos húmedos,
hasta que tu ternura me ahogue,
hasta que vengas de nuevo,
y me salves otra vez.

Vive mi noche!

Contigo lejos,
contigo aquí,
y tengo que esperar para besarte,
vengo al mundo,
y me vuelvo a ir,
y nazco,
mil veces antes que vuelvas a venir.


Ven!
y mira en mi,
ojos de luna
bohemia mía,
no salgas de tu escondite,
quédate ahí,
como la noche,
como tu,
desnuda en las estrellas,
hermosa,
toda tu.

¿Que nos pasa ésta noche?
¿a dónde vamos hermano mío?
rumbo al espino,
(...)directo al sangrado?

Eramos niños,
cuando pensábamos en el mundo,
como una arma mortal de amor,
como filo de empatía,
como agua de arreból,
dulce,
suave,
lejana,
onírica,
tan onírica(...)


HOY LA UTOPÍA HA MUERTO
,
la hemos asesinado,
con veneno humano,
con puñal en mano,
sin misterio,
solo así,
fuimos verdugos,
desafiantes,
la muerte naciendo,
mirando a los ojos.

Se me ha roto el alma,
me la trizó,
me la trizarón,
yo la tricé,
y delante van los cuervos,
aun con vida,
sollozando entre sonrisas,
embusteros anónimos,
vida mía,
tuérceles el cuello,
que con esas garras me quieren arrancar el ojo que me queda!

¿Que nos ha pasado vida mía?
¿dónde los dejaste bebiendo?
El agua estaba sucia vida,
¿quién te dijo que de ahí venía?
NO,
no salió de los rosales,
te han engañado vida,
te han quitado los ojos antes que a mí,
pero vida eres,
y vida tienes,
dime,
¿que esperas?
¿que tus hijos vuelvan a la tierra?
Asesina...?

No, no me digas,
no te creo,
haz de ti luna nueva,
sal de aquí,
huye de este horizonte,
te espero en la montaña,
con el te servido,
con el tabaco encendido,
caliente,
pasivo,
Vida mía,
no te vas de aquí,
tienes los ojos en el pecho,
y la boca en la manos,
tu haces,
nosotros acatamos.

NO,
No vida,
yo me rehuso,
y no te acato,
y te vivo,
y no te obedezco,
yo te aprovecho,
a ti no me entrego,
yo te hago mía.