Desde las penumbras la vida se ríe y me pica los ojos con su lengua.

Allá va mi cuerpo, temblando y dando vueltas,
cae del viento un pedazo de tierra que me empapa los ojos,
y me hace perseguir el cuero que danza solo
en busca de quizás qué cosas... allá va la vida,
suelta como ella sola,
se sigue riendo del cuerpo...
y yo desde las penumbras,
me río de ella.

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