El cielo tapadito de nubes, la brisa colérica se pasea hermosa por la ciudad,
nadie afuera,

el día recién empieza,
los vividores están listos,
se miran al espejo, sonríen,
queda poco para que los pechos se unan y exploten,

me alegría se para confusa, se mira, los mira,
no entiende,
entonces sale a mirar el cielo gris,
y la sonrisa se le escapa como si la fuerza del todo residiera
en las sorpresas que da la nada,
el viento le corta la cara,
las calles están vacías,

los días se han invertido,
tanto carnaval y tan poca consciencia,
quién identifica la realidad que nos masacra?
dónde está la ira y el resentimiento que debe encender las llamas
de este circo de esclavos ciegos?

Ya que tanto han hablado del pasado, del círculo perfecto, del eterno retorno.
Dónde ir?

Se me dan vuelta los ojos,
pienso en mañana y no me encuentro,
me veo en alguna mesa,
besando manos extranjeras,
yo, trovador de muertes,

no te he dejado de mirar,
mujer, tu misterio sigue sin ser encontrado.


He venido de lugares oscuros,
caminé por rutas oscuras
y llegué a este lugar que no pretende ser nada,

Tengo tantas preguntas,
tantas bocas nadando inquietas
por el mar traicionero dentro de mi cabeza,

vengo nadando de mi hacia mi,
de la ceguera eterna hasta el lugar sin nombres
en donde todo es nada, y la nada es muerte,
debería sacarme la piel y conocerlo todo de nuevo,
ser la primera gota que toca la tierra,
y estar,
ser en la incoherencia, vivir de la paradoja
pero sin tantos miedos,
sin tantas rosas fatales saliendo por mi boca,
con las manos fuera de la cara,
libres, tan libres...



Yo no entiendo por qué los exitosos se pasean tan orgullosos de su éxito; no entiendo por qué las exitosas se jactan de su pureza y buena libertad.

Serán las corbatas, la virilidad, la hombría?
Serán las tetas protuberantes, la fineza, la sumisión?

No he sacado muchas conclusiones, pero tengo algunas, lo que no quiere decir que pueda explicarlas..

Lo que tengo claro son algunas preguntas...

Cuántos panes se compran con el éxito de su señoría y su majestad?
De dónde sale tanta mierda perfumada,
y cómo es que los ojos humanos están tan dislocados?

La libertad está tan difamada que incluso los esclavos y las esclavas del sexo y la jerarquía se sienten benditos por ser libres de elegir a cual mecenas le limpian las botas.

Qué hacemos amor, tu y yo, en este círculo de olvidadizos -eufemismo morboso- Venimos dando vueltas hace siglos, errando entre cabezas vacías y corazones egoístas, dimos tanto y recibimos tan poco. Construimos lenguajes, puentes entre dimensiones masacradas, levantamos la revolución emocional de la boca para afuera, y los otros se aprovecharon. Escuchamos sus risas como lo añoramos tanto, pero la amargura nos tiñó la boca.  Tu me miraste confundida, completamente absorta, y yo no supe que decir, la miseria escurría por toda mi piel. No entendimos el sentimiento, la sensación, todo se puso incoherente, la maldad asomó su perfil erótico y nos sonrío frente a frente. ¿O a caso fue la verdad? ¿la claridad pura y última, el conocimiento?

Yo te digo entonces mujer de los días grises,
sácate la máscara y déjate salir,
abre la boca y los ojos,
siéntete hoy, que estás en la cima de tus furias,
esta noche que tu corazón sangra y no se detiene,
tienes una bomba estelar enraizada en pecho,
tu existencia no conoce el fin ni el inicio de las cosas,

Entonces explota,
has tu reverencia e incendia esta tierra de hipócritas,
caminemos juntos hacia el próximo horizonte,
desnudos como siempre,
sinceros y sin miedos,
con los brazos y la boca abierta,
tu vientre será la cuna de mil revoluciones
y en tu mirada hermosa florecerán los campos del mundo nuevo,
libre y sincero,
las cadenas volarán en mil pedazos,
cubrirán nuestro cielo de simbólica venganza,
y tu sonrisa aparecerá como avalancha infinita
sobre la cabezas desesperanzadas,

y ahí estarán los hermosos y las hermosas,
con la boca llena de pajaritos
y el pecho firme como piedra vieja,
estarán esperándonos para partir,
de pronto el pasado se habrá transformado en viento cálido,
y los recuerdos llegarán como historias míticas,
tu boca y la mía alguna vez rebalsadas de sangre,
cantarán al futuro llenas de ironía,
con la vitalidad de los pasos perdidos y de las verdes noches sublimes,

iremos amor mío,
con la fuerza de los caídos,
y la sangre ardiente de los ingenuos,
a la guerra,
al caos emocional,
sin miedos,
sin rencores,
sin máscaras.