La tarde traicionera, su brisa invisible, el canto de los pájaros, la muerte en persona.

Este lugar es de los iracundos,
todo se ha congelado
en el vértice de la paz,
en el espacio que nace
entre las bocas y los llantos,
que vengan a mi las furias,
que abuse de mi rostro
la lengua fría del ego(ismo).

Yo soy el que anda lento,
el que se muere y renace
con cada sorpresa,
yo soy el único que no sabe
que existe,
yo soy el que se transforma en poesía
para darse un sentido,
y descansar el pecho.

OH! tristeza provocada!
dónde tienes el talón?
dónde está el punto muerto
de tu alma?
Voy directo al precipicio,
a besarle el sexo a la dueña
de tu vida,
a pagar el fuego
con mi lengua de ...

Tócame despacio
que me corto con el amor,
pasa tu mano por donde quieras,
pero despacio,
que las caricias me hierven la sangre,
tócame en silencio,
que mi alma guerrera está en vigilia,
mírame desde allá,
tengo las venas abiertas,
voy directo a la herida del odio,
voy con mi lengua a besarle el sexo
al odio..
Estando hoy, sea el día y la era que sea. Declaro, pienso y por sobre todo escucho, el canto frío del egoísmo.

Antes de que sea demasiado tarde,
antes que la barba ahorque,
antes que la vida comience a ser vida
y no deje tiempo para la muerte,
antes de todo lo que no se me ocurre,
declaro la guerra.

Fin a los aires de grandeza.

Suplico un día de paz a los abandonados (por mí) y a los que ( me )abandonan(  por culpa mía, absolutamente)

Salud hermanos, la copa está llena de sangre y os la regalo.
Eres la lluvia seca sin sombra...

Se han callado las bocas,
ahí en medio de lo que no existe,
estás,

Y yo estoy tras de ti,
como si tus piernas fueran
los pilares del cielo,
como si la curva de tu cintura,
fuera el origen del universo.

Mis dudas se derriten
en tu origen,
eres la carne sin carne,
eres el sexo sin sexo,
eres el beso sangriento
que explora las heridas
y se guarda el dolor bajo la lengua.

Sales del tiempo,
tomas mi boca muda
y dibujas la ternura en mi aliento,
haces que todo venga de cualquier lugar
y se pare frente a mi,
para mostrarme
que la nada se hace eterna en tu boca.

Déjame en silencio,
déjame así,
toma tu ropa y quémala
junto a mi carne,
que tu cuerpo hermoso
sea el color de mis ojos.

Ven a pasearte por aquí,
y déjame otro par de dudas,

deja que tus misterios
sean excusas,
deja que tus dedos
confundan mis labios,
ven...

Lánzame al vacío
y dame el placer de besarte en la nada,
pon tu cuello en mi boca
y deja que te regale mi muerte,
que es lo menos que puedo hacer
por ti.