Han llegado con pan, circo y un par de comediantes...

Los discursos nos colman, los oídos, las lenguas, cada parte de lo que nos queda de cuerpo. Todo tan hermosamente arruinado. Tu y yo, él y los otros, tramando como hacer para no derramar las ganas en los baldes de inconsciencia. El silencio de la noche nos engaña, nos hace creer que somos todos distintos dentro de nuestra inmensa igualdad. A veces se caen las lágrimas y las confundimos con sonrisas. ¿A caso hay veces en que todo está al revés? debe ser que vivimos al revés, sin una línea que nos guíe a la eternidad que tantos añoran y que otros detestamos, por llevar la contra o por miedo. 

Sin nada bajo los dedos,
todo lo que moja
viene de nosotros mismos
aquí,
en esta tierra,
algunos milenios atrás,
con los mismos nombres 
y las mismas caras.

Cuánta realidad echada a perder,
cuánta tristeza convertida en risa,
los niños que ríen por reír,
las letras viejas y no leídas
que lloran aquí
y no sirven para la construcción.

Cabeza de cemento,
casco de carne,
arriba están los muertos,
tejiendo con nosotros
las utopías malditas,
malditas!

A veces los contrastes son la prueba viva de la inocencia, del sueño y de los días pasados, con palo y sin comida. Si la mano del hombre alimenta. Dios salve a los cretinos muertos por comer del piso.  
Se me quiebran los dientes,
con esta arritmia 
de gente,
con este desnivel 
que parece matanza.


Sobre los hombros
llevo un espectro,
un triste y silencioso
espectro,
me arranca del tiempo 
y me pica los ojos
con sus nervios.


Este es su llanto,
alimentado por los gritos,
por los ojos,
por las lenguas.


Las bandera está izada,
llena de sangre
flamea la muerte,
los himnos reptan
hacia ella y
las gargantas nuestras se descolocan
para 
hacer el amor con los insultos.



A estas horas y con el este frío,
solitario entre paredes y gritos,
errático y vagabundo,
odiándome por dejarte ahí
en el tren de los asesinos.

La noche es cuna nuestra, 
a la deriva de mi lengua
te invoco a la vida,
pero eres la muerte,
el único puñal que no quiere cortarme. 

De mi sangre sucia salen las quejas,
del poeta que olvida a su engendro
y lo llora con poesía,
como si eso fuera la cura a la muerte,
tu eres la muerte,
poema maldito,
devuélveme la sangre.



  


  
Toda esta inconsecuencia
tiene garras y mal aliento,
arriba del mar
los que lo necesitan,
aquí abajo,
la basura es el océano más decente,
seco y duro,
comida de vagabundos,
del que maneja mi boca.


Yo no necesito,
ni extraño nada,
el mar se debe reír de mi,
porque no lo conozco 
ni lo extraño,
porque el agua que observo 
sólo está en las lágrimas.


Si trunco mi calma,
los poderes
del caos
me toman y
me convierten en estas letras
pobres,
mugrientas
y tan mías. 


Tengo suerte,
me falta el éxito,
y el trasplante de carne,
me falta ser el barro,
me falta petrificarme,
para que me quiebren y me armen
cuando el agua y la tierra lo digan.


   

  
Me acuerdo(...)

Eres el mismo que fui yo, igualito! Mismo porte, misma cara, misma rabia, misma pena. De pronto deberías pensar en otras cosas, como en los gatos, son perfectos y no piden mucho. Además, duermen todo el día, igual que tu; igual que yo, cuando era como tu.
Ya hiciste todo lo que tenías ...?
Me gustaría reír, pero tu sabes, los años y las moscas le enseñan a uno a tragarse todo gesto que no sea el de no hacer gestos.
Qué haces con las preguntas? Ah si, estás aun en la mitad, no te voy a recomendar nada porque de seguro te queda poco para pasar al lado de acá y no sería bueno alterar el curso de las condenas. Después de todo, han pasado tantos por aquí, todos copias idénticas mías, el fracaso con patas. Los consejos podrían ser múltiples, pero a estas alturas nada vale, ni la pena, ni la risa.
Ahora que te miro, me pregunto, cuándo fue la última vez que disfruté tanto no poder disfrutarlo. Da igual, con el siguiente me desquito, sigue caminando que todavía te quedan cuarenta años y la muerte no es generosa.
Voy saliendo,
Ahí viene la justicia
Con botas, palos y máquinas,
Y los dispersan,
Serán criminales?

Escucho gritos justicieros,
Veo a los guerreros,
Y la justicia los dispersa,
A los que luchan por la justicia,
Quien es quien?

Camino,
Y veo a la justicia,
Tiene casco y se pinta de verde,
Los niños corren,
La mujeres se arrastran por el piso,
La justicia las lleva del pelo.

Corro y veo como la justicia
Baña con mierda a los guerreros,
Quien es mi justicia?

Grito por los otros,
Y la justicia
Me calla con luma y patada,

Embustera,
Hipócrita,
Violenta,
Tu! Que te haces llamar “justicia”
Justicia de mierda entonces!
Te viniste a meter donde queman los sueños,
No los vas a apagar.