Me acuerdo(...)

Eres el mismo que fui yo, igualito! Mismo porte, misma cara, misma rabia, misma pena. De pronto deberías pensar en otras cosas, como en los gatos, son perfectos y no piden mucho. Además, duermen todo el día, igual que tu; igual que yo, cuando era como tu.
Ya hiciste todo lo que tenías ...?
Me gustaría reír, pero tu sabes, los años y las moscas le enseñan a uno a tragarse todo gesto que no sea el de no hacer gestos.
Qué haces con las preguntas? Ah si, estás aun en la mitad, no te voy a recomendar nada porque de seguro te queda poco para pasar al lado de acá y no sería bueno alterar el curso de las condenas. Después de todo, han pasado tantos por aquí, todos copias idénticas mías, el fracaso con patas. Los consejos podrían ser múltiples, pero a estas alturas nada vale, ni la pena, ni la risa.
Ahora que te miro, me pregunto, cuándo fue la última vez que disfruté tanto no poder disfrutarlo. Da igual, con el siguiente me desquito, sigue caminando que todavía te quedan cuarenta años y la muerte no es generosa.

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