No lo dejemos así...
Los puños se juntan cuando hay motivos,
y cuando el sueño llega
las pestañas se besan,
el aire entra de a poquito,
y los dedos tiemblan,
cómo si el tiempo fuera víctima nuestra.
¿Es cierto que las mariposas antes de orugas son penas?
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Viajeros en la luna de Vathé