Así trepé hasta que encontré la piedra, fría cómo me habían dicho.

Funciona así: usted puede tomar la piedra y partirla en mil, o en dos mil, cómo quiera ( en serio)
No le dirá nada, usted creerá que allí no hay vida y la tirará en algún barranco o la pateará hasta que se le pierda. Y la piedra entre la tierra cantará historias, a sangre viva dibujará al mundo desde abajo.

" Puedo mirarte desde aquí,
puedo pasar mis dedos por tus cejas
y cuando me preguntes,
empezaremos de nuevo,
tal cual la luna llora estrellas,
yo te voy a llorar los besos,
los sueños,
los gritos,
las risas,
y cuando suspires,
voy a sacar mi bolsita,
para llevarme un pedacito
de tus sueños a mi cama"

1 comentario:

Jana. dijo...

Que lindo; me gustaría poder tener esa bolsita, esa que recoge tanta ilusión que botamos en un sólo suspiro. A veces nos olvidamos de esos sueños, que se nos vienen y se van así, derrepente, sin despedirse, sin una burla aunque sea...


Me gusta leerte.
Un abrazo re-grande para ti, Fa.

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Viajeros en la luna de Vathé