El hijo del imposible,
se arrastra por los límites,
con los ojos llena los ríos
y más tarde llora en seco,
en algún rincón de su utopía sangrienta,
cuando el sol lo traiciona
y lo apuñala el sueño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Viajeros en la luna de Vathé