Que resulta de todo este circo sangriento?


He divagado en las cumbres de la compañía estos últimos tiempos. He construido castillos con saliva fugitiva de besos tristes (...) que se escapan; se escapan con mi gente que llora por su tierra y por sus sueños.

Estamos aquí, escondidos como siempre, bailando unas cuecas con la soledad, tirando unas payas al destino, que en una de esas nos escucha y nos pesca un rato pa'  jugar al luche. 


No hay más que decir, las manos están listas, los hombros firmes, las lágrimas de fuego...

2 comentarios:

Unknown dijo...

hay una musicalidad oculta en las palabras ...
una que no logro comprender ...
sobre todo en las palabras que son música ...

cuidado con los castillos, se derrumban, queda la crema y nadie dice nada ... nadie dice nada por los sentimientos que se reducen a menos que polvo ...

nunca alguien está listo ... nunca algo está listo ... la espera es eterna ... las lágrimas de agua, de fuego, de dolor nunca dejan de fluir ...

saludines ...

Fernanda dijo...

A veces lo que se cree escondido sólo calla, pero la presencia y los ecos siempre siguen, dónde se quiera estar.
Tú... no calles, no dejes que las palabras se las lleve el viento.

Dije pasar ayer por tu blog pero por tiempo no pude, de todas formas aquí estoy... cumpliendo lo que dije.
Cariños Fabian.

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