No es que la insensatez y el egocentrismo me consuman, es solo que... no tengo idea como se hacen las cosas y es por eso que voy solo. Yo soy la mezcla imperfecta entre el silencio y los nervios. Voy al revés, jugando con el viento y sus pelusas, voy con los ojos vendados, corriendo directo al precipicio. Conozco este lugar, por eso trato de perder el rumbo. El camino en círculos no es otra cosa que mi vida convirtiéndose en cenizas.

No se trata
de una batalla a sangre fría,
aquí
cuando hay guerras
la sangre herve
y Dios se hace agua.

Ven lento y bebe... esta noche es la única oportunidad para saltar al vacío.
Nada es,
nada fue,
nada existe,
yo seré el único que pueda morir en paz.

1 comentario:

Jana. dijo...

" No se trata de una batalla a sangre fría, aquí, cuando hay guerras, la sangre herve y Dios se hace agua " extrañaba leerte, Fa. Extrañaba ese empoderamiento, esa lucha única que tienes para escribir.


Un abrazo enorme, cuidate.

Publicar un comentario

Viajeros en la luna de Vathé