¿Y usted me vino a buscar?

¿A dónde me lleva?

¿A la cuna de sus ojos?

Pues de ser así, usted sería los pétalos de la luna,

volando hacia mi vida,

haciéndome beber de su jugo místico,

de sus risas hechas lágrimas,

del elixir de su alma.

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Viajeros en la luna de Vathé