Los favores.
Cabe la casulidad de que la gente de buen corazón-como dicen-es sinónimo (tremendamente equivocado) de "otorgador universal e incansable de favores". Pobres sujetos, sometidos al abuso de los pedidores.
Supieran los abusivos el odio que han ganado por pedir tanto favor.
Parece que el olor a mierda es pura naturaleza humana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Viajeros en la luna de Vathé