Los favores.

Cabe la casulidad de que la gente de buen corazón-como dicen-es sinónimo (tremendamente equivocado) de "otorgador universal e incansable de favores".  Pobres sujetos, sometidos al abuso de los pedidores.

Supieran los abusivos el odio que han ganado por pedir tanto favor.

Parece que el olor a mierda es pura naturaleza humana.

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