Se me podría reventar la cabeza en estos momentos. No hay locura, no hay gloria, no hay muerte ni vida. 

-Entre la conmoción angustiosa típica de todo domingo-

¿Qué nos falta? ¿ Cuál es el lugar seguro en donde sentarnos a mirar como pasan las cosas y como pasamos nosotros?
Esta conmoción es típica para muchos y nosotros no somos muy diferentes, de hecho somos iguales pero con una gota de realidad extra, una gota fría y cálida, incomprensible tal vez, mortal quizás. Nos faltan muchas cosas, incluso algunas que aun no descubrimos. Estás cansada lo sé, yo también lo estoy. Estoy desesperado, lo sabes, y tú...tú también lo estás, pero tú eres distinta, eres la primera lágrima que cae del ojo del universo, eres la lengua invisible que hace nacer los besos de todas la generaciones que han muerto y que han nacido buscando paz. Tú eres un torbellino de sangre que sale de la boca de todos los que erramos y te miramos desde aquí, tan lejos de ti, tan lejos... Por eso tu desesperación es distinta, por eso puedes sonreír mientras la vida de los locos normales se cae a pedazos, pero no son carcajadas las que salen de ti, son sonrisas, sonrisas tiernas mientras tus ojos avisan que vienes caminando hace siglos y que esta vez llevas la ventaja. Pero no la quieres. No quieres ninguna ventaja, porque te gusta el anonimato, el amor puro y el sacrificio.

Y yo estoy aquí al lado tuyo, sentado en un pedazo de suelo, mirándote, dejándote ser en tu exquisita existencia, dejando que pases tus manos por mi cara, dejando que te pares frente a mí y me digas "ven.." y nada más. Nada más necesito. Ya estamos atrincherados, tú y yo en el nudo que desata el caos; estamos listos para la guerra, esperando pacientes pero iracundos, sensatos pero desmesurados.

Allá vamos luciérnaga, allá vamos... No hay locura, no hay gloria, no hay muerte ni vida, y qué... No necesitamos nada de eso. Hoy las barreras están puestas, pero tu estás desde del otro lado diciéndome "ven.." y nada más. No necesito nada más.


1 comentario:

Martha C dijo...

Tú, con mucha fortuna. Ella, también. Juntos son insensibles y fuentes de inspiración, sí.

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