Te ando buscando, te ando siguiendo, te ando besando los contornos de tu
ira impredecible, y por más que te sigo y te persigo, tu lúgubre mirada
se cambia de flor cada vez que me persigo la cola en mi afán sinsentido
por enamorarme del mareo. Te busco golondrina de alas curvas, te busco
en tus vuelos circulares, te busco en el pedacito de viento que dejan
tus alas cada vez que revoloteas por aquí; te busco maldita de los besos
negros sublimes encantadores iracundos, te busco para que me explotes
en la boca y yo te tiña de risa y llanto; te busco para que desaparezcas
mientras me persigo la cola, para que cuando yo despierte tu estés
dormida, y para que me busques alguna vez y yo te encuentre contando
pasos perdidos, silbándome la vida, besándome la nada.
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